Una nutrición adecuada o racional es aquella que asegura el fortalecimiento y mejora de la salud, la fuerza física y espiritual de una persona. En una palabra, una nutrición adecuada es una nutrición saludable.
*La información contenida en este sitio se proporciona con fines informativos y no sustituye a un especialista.
Una alimentación saludable es la clave para una vida larga. ¿Qué hay que hacer para vivir cien años? Los nutricionistas afirman que el secreto de la longevidad reside en una dieta sana y nutritiva. La nutrición es un proceso vital para nuestro cuerpo; si quieres vivir, necesitas comer. Como resultado de este proceso, recibimos energía, material de construcción para la renovación (crecimiento) del cuerpo, nutrientes biológicamente activos y un cierto efecto sobre el bienestar.
Para seguir hábitos alimentarios saludables, algunas personas limitan el consumo de los siguientes alimentos: azúcar, encurtidos, alimentos ahumados, alimentos fritos, carne de cerdo grasosa, productos horneados, alimentos enlatados y alimentos conservados.
No olvides comer (preferiblemente a diario) todo tipo de papillas. Son el principal producto “saludable” con el que empezar la mañana: son a la vez sabrosos y saludables. Los cereales contienen mucha fibra (necesaria para una buena digestión), minerales y vitaminas del grupo B, que favorecen el sistema nervioso. ¡En condiciones de estrés constante, las gachas son el mejor sedante! Los cereales son hidratos de carbono “largos”, aportarán al organismo saciedad y energía hasta la hora del almuerzo.
Satisfacer la necesidad del organismo de una determinada composición y proporción cuantitativa y cualitativa de nutrientes. Los alimentos deben contener proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales, así como agua en las cantidades necesarias. Al mismo tiempo, la necesidad de la cantidad total y el equilibrio de los componentes nutricionales individuales depende principalmente de la edad, el tipo de actividad laboral y las condiciones de vida.
No beber agua durante las comidas. Es mejor beber agua antes de comer, esto “despertará” el estómago y hará que digiera los alimentos de forma más activa. Es necesario beber hasta 2 litros de agua al día (si no se padecen enfermedades cardiovasculares) porque una persona está compuesta por un 60% de agua, que se utiliza constantemente para garantizar todos los procesos vitales del organismo. Evite los snacks, la comida rápida, los hot dogs, las tartas y los sándwiches.